La UE corre el riesgo de no cumplir el plazo para poner fin a la sobrepesca
El Consejo de Pesca establece límites de captura que socavan la promesa de lograr la sostenibilidad para 2020
Incluso antes de que los 28 ministros de pesca de la Unión Europea se reuniesen esta semana en Bruselas para establecer límites de captura para 2019, estaba claro que la sobreexplotación de varias poblaciones de peces continuaría en aguas europeas en el nuevo año. Ahora que ya ha terminado la reunión y el Consejo de Agricultura y Pesca ha llegado a un acuerdo en relación con más de 100 límites de pesca para 2019, está claro que los ministros no están haciendo lo que es necesario para cumplir con suplazo para poner fin a la pesca excesiva en aguas de la UE para 2020.
La reunión de Bruselas fue la más completa de las reuniones del Consejo de este año. Los ministros, que a principios de este año no consiguieron acabar con la sobrepesca, tuvieron la oportunidad de mejorar el sólido pero limitado progreso que lograron en diciembre pasado.
Siguiendo con la tradición, los ministros negociaron a altas horas de la madrugada, llegando a un acuerdo a las 2:50 am. Tanto Karmenu Vella, el comisionado europeo para asuntos marítimos y pesca, como los máximos representantes que participaron en las conversaciones, la Presidencia austriaca del Consejo, calificaron este acuerdo como un buen avance hacia el cumplimiento del requisito en la legislación de la UE para poner fin a la sobrepesca.
Pero ese optimismo no se puede justificar hasta que todos los límites pesqueros de poblaciones acordados se puedan comparar con los recomendados por los científicos; el reglamento completo, incluidos los detalles precisos de cada límite de 2019, probablemente se publicará en enero. Y es evidente que, en lugar de avanzar, los responsables políticos están asumiendo riesgos significativos.
De hecho, el Consejo alineó gran cantidad de los límites pesqueros de captura con las recomendaciones científicas, y la tendencia significativa para 2019 es la introducción de límites de captura incidental. Estos límites afectan a especies no objetivo capturadas de forma incidental al pescar otras especies. Los ministros justifican los límites de captura incidental con la teoría de que permiten a los pescadores quedarse y vender ciertas capturas accidentales que, de otro modo, se hubieran descartado. Pero en realidad, estos límites permiten la captura de las especies no objetivo que rebasan las recomendaciones científicas y, por lo general, se establecen para poblaciones que generalmente no están prosperando, incluidas algunas que están en riesgo de colapsar. El Consejo debe tomar medidas en 2019 para reducir esta captura incidental y garantizar la recuperación de estas poblaciones.
La verdadera prueba ahora es si los Estados miembros toman medidas responsables o utilizan los límites de captura incidental como última laguna para suavizar sus políticas pesqueras.
Entre las poblaciones víctima de sobrepesca en 2019 se encuentra la de caballa en el Atlántico nororiental. Antes de la reunión de Bruselas, los Estados miembros de la UE ya habían aprobado para esta valiosa especie un límite de captura que seguirá permitiendo su sobrepesca y habían acordado esa cuota con países no pertenecientes a la UE.
La Comisión también señaló en junio que propondría límites más elevados que las recomendaciones científicas para las poblaciones con menor interés comercial y para las que cuentan con menos datos de apoyo. Los primeros indicios apuntan a que los ministros han adoptado este enfoque, y que asumen más riesgos para las poblaciones de las cuales se conoce menos su salud, lo cual es un enfoque muy cuestionable.
A tan solo un año de que se cumpla el plazo de 2020 para acabar con la sobrepesca, los ministros no pueden permitirse continuar asumiendo tales riesgos. También es extremadamente preocupante que las instituciones de la UE hayan elegido adoptar estas nuevas tácticas dilatorias y pretextos, manteniendo la situación actual a expensas de la sostenibilidad a largo plazo. Al tomar este camino, los órganos rectores de la UE están poniendo en tela de juicio su credibilidad gravemente y degradando la política pesquera común. Al final, las poblaciones de peces y las empresas pesqueras tienen más que perder con estas decisiones que los políticos responsables en última instancia.
Andrew Clayton encabeza los esfuerzos de The Pew Charitable Trusts para acabar con la sobrepesca en el noroeste de Europa.