Un lobo de mar reflexiona sobre el pargo rojo del Golfo de México

Un lobo de mar reflexiona sobre el pargo rojo del Golfo de México
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Por fin el pargo rojo del Golfo de México esta recuperando, pero es importante que los pescadores, ya sea los comerciales y los recreativos, no excedan los límites de captura.

La pesca del pargo rojo del Golfo de México era candente, pero eso fue hace décadas. Solo hay que preguntarle a Bartholomew “Buster” Niquet. El comenzó como tripulante en un barco de pescas en Ciudad de Panamá, Florida en los años ‘50 y luego llegó a ser el capitán. Sus clientes llenaban el barco en cada viaje con cientos de libras de pargo rojo y besugo, plumas, así como mero rojo y el abadejo. En esos días se cotizaba la docena por 10 centavos.

Según Niquet, con la llegada de tecnologías tales como los sistemas de navegación de GPS y los sonares para encontrar peces en el fondo del mar “todos se volvieron expertos al instante”. Embarcaciones más grandes y rápidas podían correr más lejos y permanecer más tiempo pescando. Los pescadores podían regresar fácilmente a la marca exacta de los nuevos lugares de pesca y capturar todos los pargos que quisieran. Se intercambiaban coordenadas de las marcas como si fueran tarjetas de béisbol. No es sorprendente que pescadores de todo tipo estaban capturando y reteniendo más pargos rojos de lo que podían reproducirse. Niquet sabía que eso era un grave problema para las generaciones futuras. Así fue y a fines de los años ‘80 la pesquería colapsó: los números de pargos cayeron a niveles peligrosamente bajos y eventualmente quedó menos del 5% de una abasto saludable. Esta población que una vez fue tan abundante se había pescado tan fuertemente que Niquet y muchos otros se preguntaban si algún día se recuperaría.

Los administradores pesqueros implementaron tamaños mínimos y números limitados por viaje de pesca en los años ‘90, seguido por vedas por temporadas en 1997, pero eso no fue suficiente para restaurar a niveles saludables al pargo rojo. Estimular el incremento de las poblaciones conllevaba establecer medidas de responsabilidad tales como límites de captura anuales basados en la ciencia. Estos límites de captura para la pesca recreativa y la pesca comercial son un nuevo requisito desde el 2006 por la reautorización del Magnuson-Stevens Fishery Conservation and Management Act la ley primordial que gobierna los peces oceánicos de los E.U.

Recientemente varios factores han contribuido a la mejoría en las poblaciones del pargo rojo en el Golfo de México. El Consejo de Administración Pesquero del Golfo de México finalmente actuó con fuerza en el 2007 cuando redujo la cantidad de pargo rojo que se podía capturar de nueve millones de libras a unas seis millones, y nuevamente en el 2008 cuando redujo el límite a cinco millones de libras. Estas medidas drásticas fueron necesarias porque la sobrepesca no se atendió adecuadamente más temprano.

Tim Wheeler

Bartholomew “Buster” Niquet un pescador de la Ciudad de Panamá, Florida estuvo durante la recesión del pargo rojo y subsistió a las restricciones de pesca que se implementaron para ayudar a recuperar la especie, el cree que los sacrificios a corto plazo valieron la pena para obtener beneficios a largo plazo.

Los manejadores de la pesca también redujeron dramáticamente los números de pargos rojos juveniles que se morían en las redes de arrastre de camarón, lo cual fue una de las causas significativas de la reducción de pargo rojo. Esta nuevas medidas, en combinación con varios huracanes que destruyeron la flota pesquera de camarón ayudaron a precipitar la recuperación inicial de pargo rojo. En el año 2007, los administradores pesqueros implantaron un plan basado en ciencia para la reconstrucción de los abastos de pargo rojo y comenzaron un programa que incluía límites para cada pescador comercial. Niquet y otros tuvieron que obedecer las restricciones en el número de pargo rojo que podían capturar cada año.

Los pargos rojos del Golfo finalmente se están recuperando. Niquet advierte que todos los que están envueltos en la pesquería deben mantener la dedicación a los esfuerzos de recuperación y que los pescadores comerciales y recreativos no deben sobrepasar los límites de captura. Él reconoce que las restricciones fueron difíciles, pero los sacrificios a corto plazo a cambio de ganancias a largo plazo parecen estar rindiendo frutos. Según Niquet, “el pargo rojo del Golfo ha reaparecido con mayor fuerza que antes”.

Aunque el progreso del pargo rojo hacia la recuperación es alentador, la recuperación completa toma tiempo. La población esta en el año 14 de un plan de recuperación de 27 años. Los indicadores de una población saludable incluyen un aumento en el número de peces grandes y un rango amplio de edades. El pargo rojo puede llegar a sobrepasar 50 años de edad, pero los estudios mas recientes indican que muy pocos sobrepasan los 10 años, época en que comienzan los mejores años de desove. A partir de esta edad los peces producen exponencialmente más huevos viables que los peces menores. Las propuestas del Congreso que relajarían los estándares de conservación podrían revertir el progreso reciente y volver a la sobrepesca que casi eliminó a esta población.

El Congreso de los E.U. debería asegurar que esta especie se mantenga encaminada a la recuperación.  Al incorporar un manejo pesquero con una mirada abarcadora, los que toman las decisiones y los administradores pesqueros pueden, entre otras cosas, ayudar a reducir los niveles de pesca incidental del pargo rojo y ayudar a proteger los hábitats importantes de prácticas de pesca destructivas. Según Niquet, es crítico preservar y hasta ampliar lugares adicionales donde el pargo rojo pueda alimentarse, reproducirse y resguardarse de los depredadores.

El Acta de Magnuson-Stevens se acerca a su aniversario numero 40 y podría beneficiarse con una actualización. Es tiempo de un nuevo enfoque hacia el manejo pesquero. Conozca más en www.pewtrusts.org/healthyoceans.